El blog de juanfratic: Investigando en Educación, en TIC, en el aprendizaje, y otras cosas de la vida. Profesor de ESO preocupado en hacerlo mucho mejor y en ser feliz. Siempre en obras: compartiendo.

INVESTIGANDO LAS TIC EN EL AULA: El Blog de JuanfraTIC

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Educación: Enseñanza-Aprendizaje

Metodologías emergentes, activas, inteligencias múltiples, aprendizaje cooperativo, etc.

Investigar, Indagar, Innovar

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Afortunado de ser docente

Siempre tratando de hacerlo mucho mejor y disfrutando de mi profesión.

domingo, 30 de octubre de 2011

Maestr@/Profe, quiero ser artista! Soy el/la protagonista!


Una de las conclusiones y propuestas de mejora de las pasadas jornadas Novadors 2011 de Sagunto fue que para las próximas había que buscar una mayor participación y protagonismo en las mismas de los alumnos.

Al fin y al cabo, los proyectos, los trabajos, son de nuestros alumnos, ellos son los que los han llevado adelante, los que conocen todos sus entresijos, los que los han vivido en primera persona. El profesorado solamente les hemos orientado, alentado y acompañado en ese proceso de enseñanza-aprendizaje donde los verdaderos protagonistas son ellos.

Siendo coherentes con esa actitud 2.0, además del aprendizaje que nuestros alumnos desarrollan con los diferentes proyectos y movidas en las que los implicamos, también nosotros, sus profesores, podemos y debemos aprender de ellos, de lo que nos puedan transmitir, enseñar y hasta incluso contagiar.

Así, en los diferentes saraos TIC en los que mayoritariamente asistimos profesores, creo que deberíamos cada vez más contar con la participación de nuestros alumnos, que nos contasen a todos sus experiencias, desde su punto de vista, con las dificultades y retos a los que se tuvieron que enfrentar, etc. A buen seguro que todos aprenderemos mucho más, los unos de los otros.

En diferentes saraos a los que he asistido en el último año, he encontrado esto que aquí planteo pero de forma poco representativa. E insisto, estoy convencido que todos aprenderemos mucho más si lleváramos a la práctica con más frecuencia y en mayor número, este tipo de experiencias.

http://www.flickr.com/photos/juanfratic/6274253808
En el EABE11, los alumnos de “Agua donde no hay” con su naturalidad y desparpajo, nos sorprendieron a todos. En la jornada DiM-Espiral de marzo de 2011, en Barcelona, quedé prendado de lo buena comunicadora y excelente investigadora que es Marta Torner con su “treball de recerca” de 2º de bachillerato. En el VI Encuentro Internacional Educared, además de contar con los niños y niñas del SEK y su concierto para 12 iPads, entre las experiencias que se presentaron, estuvieron Laura, Jorge, Juan M., y Marcos, geniales con su “Al otro lado de las TIC”, etc.


Entiendo que no siempre es posible esta presencia de los alumnos en los saraos ya que se juntan numerosos inconvenientes y problemas para poder llevarse a cabo (permisos, gastos de desplazamiento a cuenta de los propios alumnos o de sus padres, disponibilidad, horarios, etc.), pero siempre podemos echar mano de la tecnología para tratar de vencer estos inconvenientes y ayudar a hacerlo realidad. Por ejemplo, video conferencias, streaming o incluso videos grabados previamente por ellos que se pueden pasar en el lugar donde se realice el sarao. Podemos también servirnos de otras herramientas como Skype, Twitter, Edmodo, o incluso de Second Life, Espurnik, OpenSim, etc. y claro está, siempre nos quedará publicitar y dar a conocer sus trabajos ya sean blogs, wikis, portfolios, PLEs, etc. Gracias a todo este compendio de herramientas y/o de divulgación del trabajo de los alumnos, yo he conseguido aprender y mucho de los alumnos de Lola Urbano, F.G. Paez, Ramón Barlam, Jordi Adell o Linda Castañeda, por citar sólo unos cuantos.

Aprovechemos el potencial de nuestros alumnos para seguir aprendiendo todos juntos. Pues, además contamos con el valor añadido de que la satisfacción y emoción que ellos consiguen con este tipo de experiencias, les motiva, les contagia y les anima a seguir aprendiendo.

“Cuadros” de una “Exposición” – 3.– El contenido


El contenido de una exposición y la forma en que lo hagamos llegar es otro de los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando comunicamos.

  • Hay oradores que optan por transmitir aquello que deben, quieren o se les ha pedido, de una forma llana, directa, sin ambigüedades y sin recurrir a ningún tipo de recurso estilístico o visual.
  • Hay otros en cambio que prefieren echar mano de metáforas visuales, juegos de palabras, imágenes polisémicas, etc. para transmitir su mensaje.
  • Y por último están aquellos que mezclan los dos estilos anteriores.


Claro, recurrir a un estilo u otro también debería de estar condicionado por la audiencia a la que vamos a dirigirnos. Muchas veces tendremos que ceñirnos a un estilo u otro en función de los condicionantes, de las circunstancias, etc., y no tendremos elección posible.

Por ejemplo, no podemos utilizar metáforas visuales que requieran cierto esfuerzo de comprensión o juegos de palabras que requieran determinado nivel de riqueza léxica delante de alumnos de infantil o de los primeros ciclos de primaria, frente a alumnos de secundaria, bachillerato o niveles universitarios.

Volviendo al símil cinematográfico. Una película que esconde cierto mensaje, o que te hace pensar, o incluso aquellas que dejan el final abierto, no pueden estar dirigidas al público infantil que requiere de un cine más llano, nada difícil, que sea entretenimiento puro.

Y desgraciadamente también podemos encontrarnos con que a pesar de tener una audiencia más o menos homogénea en edad y nivel conceptual, preparada para recibir determinados tipos de exposiciones más elaboradas, con metáforas y con un propósito de ir más allá tras su finalización, determinados miembros de dicha audiencia pueden tener sus expectativas muy alejadas de nuestras intenciones, buscando algo más sencillo que no les obligue a pensar, razonar o actuar durante o  tras su finalización. Así pues, hay también cierta parte intrínseca de cada receptor de nuestra exposición ante lo que de ella esperan, y esto me lleva a la conclusión de que ante la duda de la audiencia que nos podemos encontrar, una solución intermedia es la que puede contentar a un mayor número de receptores. Una vez más, la solución pasa por ser el camino del medio.

VI Encuentro Internacional Educared en 231 imágenes

Ya se ha dicho todo lo habido y por haber sobre el VI Encuentro Internacional Educared de la semana pasada en Madrid, así que esta vez, lejos de realizar una crónica del evento, voy a pasar por dejar aquí constancia del mismo de una manera gráfica o visual, con este pase de las fotos que realicé en el mismo.  Tendréis que perdonarme que algunas de ellas están realizadas con la llamada: mirada presentación, es decir, fotos que realizas pensando en que puedas utilizarlas en una presentación.



domingo, 16 de octubre de 2011

"Cuadros" de una "Exposición" - 2.- El Formato.

En esta segunda entrega de la exposición, presentación o clase quisiera reflexionar sobre el formato que utilizar para impartirla.

Mucho se ha dicho, hablado y escrito sobre el límite de atención de las personas. Por ejemplo:

El límite de atención se sitúa en 20 minutos
Según algunos estudios mencionados en el artículo The “Change-Up” in Lectures, publicado por los profesores Joan Middendorf and Alan Kalish de la Universidad de Indiana:
“Los estudiantes adultos pueden mantener la atención en una conferencia durante no más de 15 a 20 minutos cada vez.”


http://www.flickr.com/photos/germeister/291780617
Así que si se trata de estudiantes no adultos, de nuestros alumnos, posiblemente estemos hablando de menos tiempo incluso. Y otras veces resulta que disponemos de mucho más tiempo para nuestra exposición, con lo que podemos hacer varias cosas, dedicar tiempo a preguntas o a la interacción con la audiencia, dividir nuestra exposición de sesenta minutos en tres exposiciones con transiciones bien diferenciadas o golpes de efecto entre ellas, etc. En definitiva también se trata de mantener a nuestra audiencia despierta y no aburrida.

Así el factor tiempo va a ser una de las variables que deberemos tener en cuenta a la hora de elegir el formato de nuestra exposición, pero no es el único, también deberemos tener en cuenta otros:

-          tiempo
-          la audiencia a la que nos dirigimos
-          los recursos de que dispongamos
-          nuestro mayor o menor dominio de determinadas técnicas, herramientas, etc.
-          y sobretodo el propósito u objetivo que nos propongamos con dicha exposición.

Teniendo en cuenta todos estos factores o variables, nos plantearemos uno u otro formato de exposición.

Pero antes de entrar en formatos, pongamos dos o tres ejemplos, que aunque provenientes del mundo del teatro, considero que no está de más mencionar como ejemplo de creatividad e imaginación, importantes ambas cuestiones ante una exposición, y que además no debemos de olvidar que exponer, presentar o enseñar también cuentan con una componente teatral importante, ya que al fin y al cabo, debemos actuar frente a la audiencia, enseñar.

http://www.flickr.com/photos/jordi_ferrer-beltran/5829474543/
La primera obra de teatro de la compañía, como tal, valenciana Albena, Curriculum, el actor protagonista, Carles Alberola, “sube al escenario desde el patio de butacas con una pierna enyesada para anunciar que la representación no tendrá lugar a causa de un accidente, y a partir de ahí va enhebrando un monólogo que constituye el montaje”. Original arranque que consigue atrapar a la audiencia durante la total duración del montaje.



Les Luthiers titulan a este original esquech, El vals del segundo, que invito a quien no lo haya escuchado nunca que lo haga ahora, no se arrepentirá.


Yo mismo en clase, alguno de esos días que quieres que tus alumnos trabajen y pongan todos los sentidos en lo que hacen y sabes que te puede costar porqué algún compañero que los ha tenido antes ya te avisa de ello, he fingido tener faringitis y no tener apenas voz, para de esa forma toman responsabilidad en la situación y trabajan en silencio, con interés, explicando a sus compañeros que no entienden algún concepto o cuestión de los tratados previamente dado que supuestamente yo no puedo hacerlo, etc.

Es decir, se nos pueden ocurrir mil y una tretas, más o menos originales, más o menos creativas, para conseguir la motivación y el interés de nuestra audiencia por aquello que queremos contar o que queremos que se cuenten.

A los formatos más o menos conocidos de:

Exposición oral de 90 o 60 o 40 o 20 minutos con una presentación en PowerPoint, Impress, Keynote, Prezi, etc.

Charla tipo TED

Ignite (20 slides x 15 segundos cada una = 5 minutos)

Pecha kucha (20 slides x 20 segundos cada una)

Kawasaki (10-20-30 = 10 slides en un máximo de 20 minutos y tamaño de letra 30)





20 x 1 (20 slides a 1 minuto cada una = 20 minutos)

6 x 6 (6 puntos máximo en cada slide, 6 palabras máximo en cada punto)

etc.

Podríamos añadir algunas sugerencias menos conocidas y/o practicadas:

Pecha kucha de los sentidos: a la vez que se realiza la pechaducha, se agasaja a la audiencia, interactuando con ella, haciendo ejercicios varios (saltar, dar palmas, etc.) o con “viandas” varias: vino, licor, pastas (rollets por ejemplo), chuches, etc. (eso sí, antes preguntar si en la sala se permite beber y comer, ;-))


http://www.flickr.com/photos/ovando/5897975556

Otras variantes de Pecha kuchas: Pecha kucha Night (por la noche, al aire libre), Aqua Pecha kucha (desde el agua, en una piscina o en la playa), etc.

Presentación video interactiva: se trata de una presentación en la que el orador o comunicador interactúa con la audiencia y con videos insertados en la presentación que le dan juego al orador, pueden ser videos de él mismo grabados y sincronizados con lo que quiere interactuar, o de otros agentes o protagonistas. Si además se cuenta con streaming y backchanelling, se puede interactuar con la gente que la sigue a través de diferentes canales (skype, twitter, etc.).

Aquí te pillo aquí te mato: se trata de una exposición improvisada, donde el orador no sabe que lo va a ser hasta el mismo momento de la exposición, se le puede o no facilitar una exposición, que puede estar hecha (de alguna intervención anterior) o no (opción más interesante) por él.

Cambio de pareja: se trata de entre oradores, momentos antes de intervenir se intercambian sus presentaciones y exposiciones, a cada orador le toca exponer la presentación de otro.

Todos juegan: El orador es solo un dinamizador de la exposición, pues se trata de que la audiencia se agrupe en pequeños grupos, pueden ser de 5 o 6 personas, en función del número total de asistentes, y preparen una pequeña exposición (con presentación o no, en función de si se dispone de tiempo y recursos) sobre el tema en cuestión.

Yo sólo sé que no sé nada: el orador comunica a la audiencia que no ha preparado nada, o que se ha quedado sin presentación al haber perdido el pendrive, etc. y que ante tal hecho, se ofrece a contestar todo tipo de dudas y preguntas que tenga la audiencia sobre el tema que tenía que exponer.

Duelo de titanes: Hay dos oradores, cada uno de ellos tiene una visión opuesta del tema a tratar, y entre los dos mantienen una charla calmada y amistosa del tema a tratar.

En los dos frentes: Si hay diversos ponentes o un plantel de expertos suficiente y una audiencia no muy numerosa, se pueden realizar pequeños agrupamientos de debate donde dos ponentes se juntan con 3 o 4 personas de la audiencia y entre los 5 o 6 debaten el tema en cuestión. Este es una variación del puesto en práctica estos días en el congreso de Segovia de Educación Mediática, De dos en dos: Un grupo de panelistas invita a la sala a dialogar. 3 minutos, a 2 de la sala, y a 2 de la mesa

Etc. 

Imaginación al poder. ¿se te ocurren otros ejemplos?

Anosognosia, "bonito palabro", o no.

Esta semana me llegaba un correo a través de una de tantas redes a las que estoy suscrito, un texto sobre el concepto: Anosognosia. Con esto de los “bonito palabros” no hay quien nos pare: Procastrinación, Infoxicación, etc, ahora anosognosia.

Anosognosia: desconocimiento de la propia enfermedad, discapacidad o defecto.

http://www.flickr.com/photos/rust_art/3363671308
Y claro, el texto hacía referencia a la anosognosia en el campo educativo, tanto de profesores como alumnos. Incluso hacía referencia a una variante de la anosognosia, el efecto Dunning-Kruger, que cuenta con un artículo publicado en una revista de educación en 1999 en el que se llegaba a la conclusión de cómo las dificultades en el reconocimiento de la incompetencia propia del profesorado llevan a incrementar su autovaloración (autoevaluación). En dicho correo también se dejaba constancia de cómo los estudiantes están menos sujetos a este efecto, pues pueden reconocer sus propias debilidades y vacíos de conocimiento, incluso realizar los ajustes o correcciones que crean oportunas para ponerle remedio, pero también les cabe la posibilidad de seguir culpando a los profesores, los recursos, el sistema o incluso a la mala suerte de su situación o fracaso.

Otra variante de anosognosia en educación es el también llamado efecto de Lake Wobegon o Illusory superiority, en el que no me pararé, pero del que podéis encontrar más información aquí.

En dicha red, otro colega contestaba al correo de la anosognosia dándole la razón, encontrando muy acertado, afirmando que la negación de la patología, nos impide a los docentes realizar las funciones que deberíamos hacer.

Sin embargo, yo creo que no es tan grave ni tan extrapolable a la situación y el proceder de los docentes en nuestro país. ¿Qué estamos diciendo con este término? ¿Qué el problema de no ver nuestra incompetencia nos hace creérnoslo más, creernos mejores y más buenos?

No, no en mi caso. Igual va con las personas, con la personalidad y la forma de ser de cada uno, pero en mi caso, si soy consciente de mi incompetencia en un determinado campo, concepto, etc, me nace un instinto de superación que me lleva a ponerle remedios, a romper barreras, a afrontar el reto de ser competente en ese tema. Y no creo que difiera mucho del resto, pero aún en el caso de que tenga, que la tendrá, una componente intrínseca en querer o no salir de la incompetencia, dudo mucho que el porcentaje de colegas dispuestos a creerse lo buenos que son negando su incompetencia sea tan elevado como para llegar a superar las dos terceras partes del total.

autocríTICa - Chaparrón de ideas

Muchas ideas y todas ellas relacionadas componen este caóTICo post. Voy a tratar de ordenar un poco todo lo que está pasando por mi cabeza a ver si consigo trasmitirlo adecuadamente.
Con motivo de algunos de mis últimos posts en este blog, alguien podría acusarme de optimista, de iluso (léase: soñador),  o incluso de aleccionador. O bien de considerarme sabedor de la verdad, de lo bueno, de lo correcto (a lo que yo preguntaría: ¿qué es lo bueno? ¿lo correcto?).
No, para nada, todo lo más lejos de mi intención. Incluso si hasta aquí, alguien de los que estáis leyendo esto pensáis que es así, no, estáis equivocados. Hagamos de abogados del diablo y veréis como no es así.

Soy humano, y como tal tengo mis defectos, como persona, como profesor, como amigo, etc. Nadie es perfecto. En mi centro, con mis alumnos, hay días que salen mejor las clases, hay días que mejor quisieras olvidarlos. Con los alumnos, hay días que quisieras mantenerlos así por siempre, y hay otros días que quisieras no haberlos tenido –al fin y al cabo, ellos como yo también son humanos y tienen sus días buenos y malos.
Lo digo porqué alguien puede llegar a pensar tras leer alguno de mis posts que en mis clases todo es muy bonito, de color de rosa, etc. Pero insisto, no, como todos, me pasan cosas bonitas y cosas no tan bonitas.

Hay también quien me dice que quisieran ser mis alumnos, que fuera el profe de sus hij@s, o tenerme de compañero de trabajo en su centro. Bueno, se agradecen los piropos, pero uno no es mejor ni peor que otros muchos compañeros docentes que están dando el callo día a día en las aulas y que al igual que un servidor, lo están haciendo lo mejor que saben, poniendo pasión en su trabajo.

Sí, habrá quien me dirá que también hay compañeros malos, aquellos que no hay quien se los trague, pero hablamos a buen seguro de muy pocos y son precisamente esos colegas que no aman su profesión, que no tienen ningún interés por lo que hacen, y, lo peor de todo, que no les importan sus alumnos ni lo más mínimo.

http://www.flickr.com/photos/tranchis/3498307799
Yo soy de los que usa las TIC en sus clases, pero tampoco lo hago todo el tiempo, no vivo supeditado a ellas, sino que sólo las busco cuando me pueden aportar algo positivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de mis alumnos. La herramienta no crea la necesidad, sino que la necesidad me lleva a la herramienta. No abandono aquellos métodos, estrategias, actividades tradicionales que me dan buenos resultados. Y bueno, esto tampoco es siempre así, también hay veces que recurres a estrategias que muchas veces te han dado buenos resultados, y esa vez, vete tú a saber porqué, no funcionan, no resultan con ese determinado grupo de alumnos. O aquellas veces que preparas una clase a conciencia, con todo lujo de detalles, con mucho mimo, y luego resulta ser un estrepitoso fracaso, frente a esas otras veces que improvisas una clase y te sale a la perfección.

Tampoco me lo creo, o mejor dicho, me lo tengo creído, eso que algunos compañeros dicen de que somos los mejores, los mejor preparados. Para nada. Hay muchos compañeros por ahí fuera (o dentro, como se quiera mirar), muchos de ellos en el absoluto anonimato, que hacen las cosas muy bien, de los que quiero y me queda por aprender mucho. Tampoco creo en ese plan mesiánico de que yo u otros como yo debamos encabezar el cambio. Sí creo en el cambio, sí creo en que otra escuela es posible, pero estoy más de acuerdo en llevar adelante ese cambio piedra a piedra, grano a grano, poco a poco, sin fanfarronería, y sí con humildad y contagiando a los que nos rodean, donde nadie está encima de otro, donde nadie sabe más que otro, donde todos juntos podemos seguir adelante, cada vez más y mejor.

http://www.flickr.com/photos/cambra_barcelona/4606267204
Otra idea. Muchas veces, en determinados saraos, somos los mismos, nos contamos más o menos lo mismo que ya todos más o menos sabemos, y cuando regresamos a nuestros centros seguimos siendo los mismos. Yo soy el primero encantado con asistir a estos saraos, con reencontrarme con amig@s, pasármelo bien y aprender mucho todos juntos. Pero también me entristece ver que poca gente nueva se apunta a este tipo de eventos, precisamente esa gente que desconoce muchas cosas de las que allí hablamos, gente de la que podemos aprender y también puede aprender, esa gente a la que muchas veces sin querer o queriendo decimos que es la que más necesita el cambio, esa gente que necesitaría (así solemos decirlo o pensarlo) asistir a este tipo de eventos y escuchar aquello que nosotros oímos, una y otra vez, y que hace que yo lo llame, la teoría del ajo, porque se repite y repite. Y sí, estoy de acuerdo en que por mucho que lo hayamos oído, por mucho que sepamos de un determinado concepto, herramienta, idea o actitud, siempre aprendemos la segunda vez que lo escuchamos, y la tercera, y la…, pero hay gente que no llega ni a esa primera. Aunque si hago caso de algo de lo que ya he dicho en estas líneas, tampoco creo que sea nuestra misión adoctrinar a nadie, pero si podemos contagiar, y siempre la última palabra será de ese compañer@. Si repite, bien hecho, si no, tampoco es culpa nuestra ni pasa nada. Repito, que nuestra opción es tan válida como la de otros, que ni unos ni otros somos conocedores de la sabiduría absoluta, o de la pedagogía perfecta.

http://www.flickr.com/photos/annagaycoan/3834802666
Y quedan otras muchas ideas en el tintero, pero por hoy voy a dejarlo, ya va bien con todo este chaparrón. Hoy me he levantado así, abogado del diablo, Pepito grillo, etc. Igual alguien se ofende, espero que no, pero en mi defensa diré que no era mi intención, que sólo he puesto por escrito ideas sueltas, de aquí y de allá, que pueden gustar o no, que pueden ser ciertas o no, pero con las que solamente buscaba reflexionar un poco en voz alta, realizar un poco de autocríTICa. Insisto, que nadie se lo tome a mal, este chaparrón va dirigido a mi.


lunes, 10 de octubre de 2011

Llámame iluso porqué tenga y transmita ilusión (3)

Me pregunto en voz alta ¿porqué la ilusión en canciones, dichos y refranes tiene casi siempre connotaciones alejadas de lo que para mi es ilusión?

De ilusión también se vive
No me llames iluso porque tenga una ilusión
En el dolor hay amores que curan e ilusiones que matan.
La ilusión es un espejismo que devora el alma.
Recuerda que todo en la vida es vana ilusión.
Sé realista. Quien vive de su ilusión, pronto se da un coscorrón.
Etc.…

Y busco su definición en el diccionario de la RAE y me encuentro con estas tres acepciones:

1.- Falsa imagen de las cosas producida por la imaginación o por los sentidos.
2.- Esperanza que es difícil que se cumpla.
3.- Alegría y satisfacción.

Claro, ahora entiendo porqué muchas veces es tan difícil hablar bien de la ilusión, nos solemos quedar con las dos primeras. Estas acepciones nos hablan de alucinaciones, sueños, cosas irreales, inalcanzables, imposibles. Pero están muy lejos de la ilusión de la que yo quiero hablaros.

Esa ilusión de la que os hablo es la que corresponde a su tercera acepción, es la que debemos buscar y conseguir en nuestros alumnos. Aunque muchos piensen que es una ilusión (2) el conseguirlo, o que si decimos que la conseguimos o la estamos consiguiendo haya quien quiera hacernos ver que es una ilusión (1), estoy convencido que los docentes sabemos, podemos y lo conseguimos, crear, transmitir y contagiar ilusión (3) a nuestros alumnos.

Esa ilusión (3) es real, es posible y es fundamental en educación. Siempre se ha hablado de motivación y de interés, y de lo difícil que es infundir esto en los alumnos. Pero creo que deberíamos hablar más y contagiar ilusión (3), emoción, participación, colaboración, etc.
Somos capaces de transmitir ilusión (3) y emoción a los alumnos si empezamos por ser nosotros mismos quienes lo sentimos, lo amamos, nos ilusionamos y nos emocionamos.
Si somos incapaces de ilusionarnos con lo que hacemos, con lo que enseñamos, uno, va a ser una ilusión (2) conseguir esa ilusión (3) en nuestros alumnos, y dos, nos hemos equivocado de profesión.

http://www.flickr.com/photos/dutydu/5986353585/
El alumno aprende si está ilusionado, si se emociona, si participa del aprendizaje, si disfruta con ello. Esa ilusión (3) y esas emociones, van a ser el motor de la motivación e interés por aprender, por conocer, por compartir, por descubrir, experimentar e incuso por querer ilusionar a otros.

Alguno se estará preguntando, ¿y cómo se ilusiona a nuestros alumnos?. Es bien sencillo, simples gestos, detalles y acciones nos permiten llegar hasta ellos. Si bien no hay recetas, consejos, estrategias o procedimientos que valgan para esto, cada cual con un poco de ingenio y mucha ilusión (3) va a encontrar la forma de ilusionar y emocionar a sus alumnos, con poco que se ponga en el lugar de ellos. Pero insisto, para poder contagiarla, esa ilusión debe en un principio residir en nosotros, estar presente en forma de emociones y sentimientos.

No soy ningún experto en estos temas, y como todos tengo mis momentos buenos y malos, pero sí que puedo decir desde mi experiencia personal que reencontrarme con amigos y colegas en congresos, jornadas y saraos TIC o bien de forma virtual en la red, en este blog, en twitter, en Facebook, etc., comprobar que no estoy solo, que somos muchos y que somos capaces de ilusionarnos juntos, como bien lo demuestra este Lipdub #elotro2punto0 de amigos y colegas que asistieron al III Congreso Escuela 2.0 (al que no asistí pues pensaba que no podía ir al estar mal de la vista), me produce mucha ilusión (3), me emociona, y me anima a seguir adelante.


Con mis alumnos de FyQ de 4º de ESO esta semana con unos simples gestos he conseguido ilusionarles con la Tabla Periódica. Un par de vídeos graciosos en Youtube, unas cuantas tablas periódicas curiosas (en chino, con pictogramas, de videojuegos, de tipos de letras, humorística, etc.), unas cuantas fotos que realicé en unas jornadas a la TP que han confeccionado los profes de la “Escola Pia de Nostra Senyora” de Barcelona, el libro de los elementos, etc., y aparecer vestido el día del “examen” con una camiseta con la Tabla Periódica, han hecho que todos hayamos aprendido mucho sobre la Tabla Periódica, que nos hayamos divertido, ilusionado y emocionado juntos, en un concepto que tratado de otra manera podría resultar incluso tedioso.

Así que, no me llames iluso porqué tenga y transmita ilusión (3).

“Cuadros” de una “Exposición” – 1.- El comunicador.

Con este post quiero iniciar una serie de posts en lo que tratar diferentes aspectos sobre las exposiciones y/o/con/de presentaciones, ya sea de docentes hacia docentes, docentes hacia alumnos o de alumnos hacia otros alumnos.
Para empezar voy a centrarme en la figura del orador o comunicador, aquella persona encargada de llevar a cabo la disertación, exposición o presentación.

http://www.flickr.com/photos/medialab-prado/3969658864
Es fundamental que el orador sea un buen comunicador, capaz de llegar a la audiencia, capaz de conseguir transmitir aquello que se ha propuesto.
Si ha preparado bien su exposición, debe conocer el tema al dedillo y también debe conocer la audiencia a la que va a dirigirse. Esto no quita que el ponente dentro del dominio y control que en su intervención pueda aparentar, no deja de estar hecho un flan, como decía Mark Twain: “Hay dos tipos de oradores: los que se ponen nerviosos y los que mienten”.
Tampoco quiero profundizar en las diferentes cualidades y aspectos que todo orador o comunicador debe cuidar a la hora de actuar, porqué en definitiva de eso se trata, de actuar, de interaccionar con el público, sino que quiero en estas líneas hablar de otra cuestión que me preocupa más todavía.

Pongamos por ejemplo que hay tres tipos básicos de comunicadores o ponentes:

  • Un mal ponente y mal comunicador.
  • Un buen ponente que transmite las ideas muy claras, con un lenguaje directo y asequible a su audiencia
  • Y un buen ponente que más que transmitir ideas, abre interrogantes, hace pensar y reflexionar en el momento y en el post momento de la exposición. Aquel que de forma indirecta te manda “deberes” para casa. Por supuesto, éste, resulta más profundo y a veces inalcanzable para toda la audiencia.

Haciendo un símil con el mundo del cine, es como si hablásemos de películas, hay malas películas, hay películas que entretienen y pasas un buen rato, y también hay películas que además de dejarte un buen sabor de boca, te invitan a la reflexión posterior o incluso a la acción.
Y también es cierto que como en el cine, películas que a unos pueden gustar a otros no, ponentes que a unos pueden gustar, a otros no. O que en determinados momentos podemos querer evadirnos y ver una película que simplemente nos entretenga, y en otros momentos podemos querer ver una película que nos haga pensar, igualmente en una exposición podemos querer lo mismo del orador o comunicador de la misma.
Por todo ello, me planteo, ¿debe el comunicador tratar de dirigir su exposición por un camino u otro en función de lo que desea o espera la mayoría de su audiencia?, o bien ¿debe tratar de rizar el rizo y ofrecer un programa doble (como en el cine) en la misma intervención, pinceladas  sencillas y directas que entretengan, y también pinceladas más sugerentes y que fomenten la reflexión, el pensamiento crítico?.
Tras darle más bien muy pocas vueltas al asunto, llego a la conclusión fácil de que lo deseable es esta segunda opción, pero claro ésta requiere mucha destreza y saber hacer del comunicador y muchas veces ya bastante tiene con saber comunicar lo que de él se espera, así que tanto si es un comunicador que atrae y entretiene, como si es un comunicador que abre fronteras y crea retos e incertidumbres, yo lo prefiero de todas, todas, a un mal comunicador.
Y todo ello sin olvidar que en todo este proceso de la exposición, no debemos olvidar en ningún momento a la audiencia a la que vaya dirigida la intervención y que incluso en ésta hay también una componente intrínseca de cada uno de los individuos receptores de la misma, ya no solo por lo que cada uno de ellos espera o puede asumir de dicha intervención, sino del estado de ánimo y estado físico de los mismos, del interés y motivación por el tema, de la amistad y/o conocimiento que se tenga del orador, y un innumerable etc.